Cuando conduces por caminos rurales, es inevitable verlos... pastos sobrepastoreados, casi sin cobertura vegetal a excepción de unas pocas malezas altas, parecidas a matorrales, en una esquina u otra del pasto.
“Desafortunadamente, los pastos sobrepastoreados son un espectáculo bastante frecuente en el otoño”, dijo Dirk Philipp, profesor de ciencia animal de la Universidad de Arkansas.
“Generalmente hay una gran cantidad de especies no deseables, como la escoba, la cola de zorro e incluso el amaranto, que aparecen en los pastizales sobrepastoreados”, dijo.
Pero los efectos estéticos del pastoreo excesivo son secundarios a los impactos ecológicos reales que puedan estar teniendo lugar, dijo Philipp.
“No es visible para el ojo humano, pero la compactación del suelo puede ser un problema si las tasas de carga se han mantenido altas durante años”, dijo.
Si bien el exceso de existencias prolongado presenta un problema, dijo Philipp, es poco realista
Las expectativas del propietario del terreno pueden ser la raíz del problema.
“Los productores buscan naturalmente maximizar sus ganancias, y no hay nada de malo en eso”, dijo. “Sin embargo, las tasas de carga ganadera suelen ser demasiado altas para producir forrajes de manera sustentable y mantener la salud y la productividad de los pastos a largo plazo. Dado que las ganancias son bajas en las explotaciones de vacas y terneros, tampoco hay mucho margen para insumos costosos”.
Para mantener una alta densidad de ganado, los propietarios de tierras deben aumentar sus insumos en consecuencia. Los fertilizantes, el encalado, la resiembra y el control de malezas son necesidades recurrentes para tener pasturas saludables.
Muchos terratenientes de Arkansas tienen hasta dos o tres vacas y terneros por acre. Si bien algunas áreas pueden admitir esta tasa, la tasa puede ser en realidad demasiado alta para muchos pastizales del estado.
Como resultado de las altas tasas de carga animal, el forraje puede escasear durante las partes más frías del año.
“Los productores terminan dependiendo demasiado de la alimentación con heno”, dijo Phillip. “El heno puede ser relativamente asequible si se compra a un proveedor, pero la alimentación durante períodos prolongados tiene sus propios desafíos financieros”.
Las áreas de alimentación con heno son propensas a la compactación del suelo y a los desequilibrios de nutrientes del suelo, dijo Philipp. Se transportan grandes cantidades de semillas, ya sea de otros forrajes o malezas, lo que puede causar estragos en su plan de pastoreo original. El pastoreo adicional constante en los pastizales puede reducir el área de las hojas y el crecimiento de las raíces hasta tal punto que puede no ser posible una recuperación durante la primavera siguiente.
Para evitar el pastoreo excesivo, Philipp ofrece algunas pautas generales para los administradores de pastizales. “Sea realista con las tasas de carga total. Asegúrese de que, siempre que pastoree, pueda permitirse el lujo de 'tomar la mitad, dejar la otra mitad' del forraje en pie”.
Si un productor se ve obligado a pastar a menos de quince centímetros para que “el potrero dure un poco más”, la carga animal general puede ser demasiado alta.
“Lo ideal es dejar espacio cada año para almacenar festuca, resembrar forrajes inactivos de estación cálida con plantas anuales de invierno y, posiblemente, plantar plantas anuales de verano”, dijo Philipp. “Todo esto requiere que usted tenga un plan de manejo de forrajes y pasturas, y que realmente tenga suficiente 'amortiguación' en su operación para poder trasladar a sus animales a otras pasturas y hacer espacio para el mantenimiento y conservación necesarios de las pasturas”.
